En los primeros días de Internet, había relativamente pocos sitios web, por lo que navegar por la web era fácil. Sin embargo, una vez que Internet comenzó a expandirse, se crearon motores de búsqueda para permitir a los usuarios encontrar los sitios que buscaban más fácilmente.

Si escribió una frase en un motor de búsqueda, esa frase se comparó con sitios web que incluían las palabras clave en su frase de búsqueda. Google usó este mismo enfoque, pero rápidamente dominó a los otros motores de búsqueda cuando se convirtió en el primer motor de búsqueda en usar enlaces entre sitios como una indicación de qué sitios web eran confiables y tenían autoridad.
Hoy, Google analiza cientos de factores tanto dentro como fuera de su sitio web para determinar si es relevante mostrarlo como resultado de búsqueda. Los factores forman su «huella digital» y cada factor tiene un peso o valor diferente, que el motor de búsqueda combina para arrojar resultados. Tu huella digital determina si eres o no uno de los principales resultados de una consulta que un usuario escribe en Google.